1. Lana
de felicidad
En lo alto de las montañas
nevadas, apartada de los rebaños de los hombres, vive una alpaca gris. Que baja
cada año en una ciudad diferente, se mezcla con las otras alpacas y deja que le
quiten la lana extra que lleva.
Lo curioso de esta alpaca, o de
la lana de esta alpaca, es que es mágica. Pues todo el que use una prenda con
esta lana, siempre se sentirá feliz.
La han buscado por todas partes
para poder hacer lo que la gente hace mejor, comercializar masivamente su lana,
pero nuestra alpaca nunca baja a la misma ciudad dos veces, por eso la llaman
Phuyuy, que en quechua quiere decir viajera.
“¿Entonces, como saben que hay
una lana así?” Se deben estar preguntando. Pues la respuesta es sencilla, la
lana de Phuyuy tiene un brillo especial justo después de trasquilada, que
pierde al pasar las horas y es muy difícil de separarla de la demás lana.
Las personas que creen en esta
lana especial cuentan que la “magia” tiene una condición. Tienes que ser bueno
con los demás para que funcione. Si el que la usa es gruñón, gritón y pelea
mucho, entonces ¡PUF! El efecto de la lana deja de funcionar.
Sin embargo, si quien lo usa es
amable y le gusta reír y hacer reír a los demás, entonces la magia de la lana
puede durar años y años. Y guarda la felicidad para la siguiente persona que la
use.
Es por eso que la lana de alpaca
es muy codiciada, porque nunca se sabe que prenda tiene esta lana especial.
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